Existen infinitas formas, maneras y pensamientos de ejercer la prostitución, y para muestra, un botón:
"Mientras estés conmigo no te faltará de nada" le decía ella a él, mientras sacaba su tarjeta para pagar la ropa que habían adquirido.
El otro día la Chuly y servidora fuimos de compras, después del desgaste de este deporte nacional femenino decidimos recuperar fuerzas en una heladería del centro comercial, desde nuestra situación divisamos un mega-gimnasio-piscina-spa-etc
Le comenté a la Chuly que me habían filtrado la información de que Darek cultivaba su imagen allí, y a la Chuly que está abriéndose fronteras al mercado del Este le despertó un interés desmesurado, de hecho me hizo entrar a ver las instalaciones.
Nos indicaron que no quedaba ningún comercial libre y que esperáramos, así que nos acercamos a ver desde la cristalera la piscina, inmersa mi mirada en el azul, me volvió al mundo un ¡¡Mírale!! ¡¡Es él!! Dirigí mi mirada hacia donde miraba la Chuly y como veo menos que un gato de escayola solo alcancé a ver a dos tipos entrando al vestuario, le dije que no alucinara y en ese momento un comercial nos invitó a sentarnos en su mesa.
Mientras el comercial nos soltaba su discurso, pasaban por detrás unos chicos, la Chuly los miró sin disimulo alguno y me empezó a dar patadas por debajo de la mesa, llegadas a este punto, el comercial ya solo me intentaba vender la moto a mi y cuando yo le pedía con la mirada a la Chuly que se comportará, ella, después de decirle al comercial que no estaba acostumbrada a ese tipo de instalaciones le preguntó si Darek era socio, yo soñé con ser avestruz para meter la cabeza en el suelo, y le devolví las pataditas por debajo de la mesa, obviamente el comercial nos dio carril en seguida.
A la salida, había una demostración de spining y nos entretuvimos un rato criticando (otro deporte nacional) a las monitoras, y que suerte la nuestra cuando nos damos cuenta de que salía del gimnasio Darek, iba con gorra y acompañado de otro varón con las dimensiones de mi armario empotrado, cual adolescentes fuimos detrás de ellos, bajando las escaleras mecánicas la gente le reconocía y le retrataban con sus móviles, mientras la Chuly se agazapaba detrás de mi en un repentino ataque de timidez y el armario empotrado nos miraba como diciendo que no teníamos edad para ir de fans persecutorias.
Llegar hasta el parking me pareció suficiente para colmar mi sensible sentido de la ridiculez, y para de decirles que es un super pivón, pero tanto, que resulta antinatural, un Ken.
Por cierto, no se duchó en el gimnasio
Después de una larga temporada a la sombra, las gatitas parías vuelven a la
red con las uñas bien afiladas...