Estoy en el trabajo, 19:27 horas, mi estado de ánimo es tristona, no tengo ninguna razón pero es mi mode en cuanto veo que se me arriman las Navidades...
En el directorio común había música que alguien ha colgado amablemente, la estoy escuchando y ha sonado esta canción, me apredí la letra a mis 15 años, después de haberme visualizado infinitas veces el vídeo, en mi BETA. Me recopilaba las canciones que más me gustaban y siempre dejábamos la cinta preparada para grabar un posible video-candidato de tan selecta selección.
Sólo recuerdo que me sentaba en el suelo cerca del vídeo (no tenía mando) y escuchaba esta canción una y otra vez, y que unos pocos años después, se la susurraba a alguien al oido...
Joder, sigue siendo una mierda crecer, y perder la inocencia, y no aprenderte nada de memoria, y no susurrarle canciones a nadie y que tanta tecnología y evolución no te permita rebobinar...
(no le he pasado el corrector ortográfico)
He montado en metro para ver a esa gente que me abría la ventana de sus mirada para asomarme a su vida.
He vuelto a encuadrarlo todo como si lo mirara a través del objetivo de mi cámara, y a darme cuenta que yo veo fotografías donde el resto ni tan siquiera mira.
He viajado en el tiempo, y hemos vuelto a apoyar nuestras frentes en la ventana y observar el mundo, que parece tan lejano como nosotros mismos.
He intentado buscar momentos como el de aquel avión que nos regaló las nubes cuando sobre nosotras todo eran tormentas.
He vuelto a pasear de noche cómplice con Madrid, entre semana, que es cuando se muestra agradecida.
Y aunque intento retomar me sigue invadiendo el abandono.