Juana dice que tiene cuarenta años, y aunque la piel de su cara y de sus manos es muy suave, la verdad es que los dobla. Le encanta el chocolate con churros y me dice que cuando salga del hospital saldremos a pasear por Madrid hasta que desgastemos los zapatos. Es educada, risueña y coqueta. Juana me llama María, porque me confunde con su mejor amiga de su juventud, esa donde ella habita, y aunque digan que ha perdido la cabeza yo prefiero que sea así, porque de esa manera no sabe que pasa la Navidad en un hospital, sola, como tantos otros.
Y lo jodido es que no es una novela , que se repite a diario en cientos de hospitales y residencias de ancianos.
Que malo tiene que ser envejecer.
lastimosamente se repite a diario, repite con nuestros abuelos y nuestros niñ@s...
"me recuerda un texto de E. Galeano, titulado nochebuena "
Posted by: maripositaazul on 28 de Diciembre 2004 a las 04:17 PMlo malo es que no se da cuenta que tiene al lado un ángel, o muchos
Posted by: Mariel on 28 de Diciembre 2004 a las 07:47 PMY qué miedo da.
Por suerte ha vuelto usted a la carga. La echábamos de menos.
Posted by: Warrior on 29 de Diciembre 2004 a las 11:24 AMCuanto podemos mejorar el mundo
aunque solo sea con una sonrisa...
Mi querida Srta. Vainilla,
todos los presentes, y muchos mas,
somos de la opinión,
de que tu lo haces mejor cada día...
Un abrazo
Juana se ha dado cuenta de que no estaba sola, de que su amiga Maria seguia ahi, quiza mas joven, mas alta y hasta con una dulce sonrisa cada vez que la echaba la manta por encima para que no tuviera frio.
Mi Calce me sigue sorprendiendo dia a dia!!!