El bar del desengaño no cierra, puedes alimentar tus penas con cualquier licor, los vasos se apuran como las horas, y los hielos se derriten como los corazones usados.
Siempre hay una sonrisa amable dispuesta a escuchar, una barra dónde descansar, una botella que abrazar, un escote que mirar, una música que tararear.
Acude allí si estás solo, si tus días son del color de la ceniza, olvídate del decoro.
Abriga tus noches, desnuda tus días, riega la melancolía.
Posted by Srta.Vainilla at 22 de Octubre 2003 a las 01:39 AM
Gran oda a los bares y al alcohol. Di que sí, coño!
Posted by: Rafa on 23 de Octubre 2003 a las 01:21 AM